No es necesario mostrar la belleza a los ciegos, ni decir verdades a los sordos... Pero nunca mientas para quienes te escuchan, ni decepciones a los ojos que te admiran. Borra con una sonrisa toda la tristeza que te invade, así no darás a los que te odian la alegría de verte llorando... pero darás a los que te aman, la alegría de verte sonreír..
Amor mío, tengo la certeza de estar enloqueciendo otra vez. No podremos soportar otras de estas terribles crisis,y sé... que esta vez no me recuperaré. Empiezo a oir voces, y no puedo concentrarme, por lo tanto voy a hacer lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la mayor felicidad posible. Has sido todo lo que alguien puede ser para otro. Se que estoy destrozando tu vida, y que sin mí podrías trabajar, y lo harás. Lo se... Ni siquiera me expreso debidamente. Lo que quiero decirte es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has tenido una paciencia infinita. Y has sido increiblemente bueno. En mí ya no queda nada salvo la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida. No creo que dos personas puedan ser más felices de lo que hemos sido nosotros..
En la palma de mi mano izquierda, más o menos en el centro, donde la línea de la vida, surcada por gruesas arrugas, dobla hacia la arteria, allí hay un punto. Lo examino, pero no puedo verlo. Lo miro fijamente, pero no se deja sujetar. Sólo puedo tocarlo. También lo noto con los ojos cerrados. Un punto. La sensación es tan intensa que me da vértigo. Si me concentro en él, su efecto se expande hasta los dedos de los pies. Me produce hormigueo, me hace cosquillas, me da calor, me excita. Estimula mi circulación, dirige mi pulso, determina el ritmo de los latidos de mi corazón. Y en la cabeza surte su efecto embriagador como una droga, amplia mi conciencia, extiende mi horizonte. Un punto. Tengo ganas de reír de alegría, por lo bien que me hace. Tengo ganas de llorar de felicidad, porque lo poseo y porque me embarga y me colma hasta la médula..
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Cada película que vemos, cada historia que nos cuentan, nos piden que creamos en ellas: El giro al final de la historia, la declaración de amor inesperada, la excepción a la regla. Pero a veces estamos tan obsesionadas por encontrar nuestro final feliz, que nos olvidamos de leer las señales. Las que diferencian a los que nos quieren de los que no, a los que se quedaran de los que se irán. Y es posible que ese final feliz no incluya al hombre ideal. Puede que seas tu, recomponiendote y volviendo a empezar, liberándote para algo mejor que puede haber en tu futuro. Puede que el final feliz sea simplemente pasar pagina. |
Y entonces me alejo así, viéndola asombrada, mientras sonríe. Y soy feliz. Como hace mucho tiempo que no lo era... Culpable sólo de la inscripción que ocupa toda la fachada de su casa. Y ahora ya no tengo dudas. No tengo remordimientos. No tengo pasado. Sólo tengo unas ganas enormes de volver a empezar. Y de ser feliz. Contigo. Hasta lo he escrito: " Tengo ganas de ti ."
La sabiduría es el fruto de la experiencia. La experencia es el fruto de la observación. La observación es el fruto de la mirada interior. Observarte a tí mismo. Observa el mundo en que vives. Y crece en sabiduría. Porque quien tiene sabiduría... lo tiene todo..
La incansable búqueda de lo ansiado, de lo que no se tiene, el inconformismo, el cansancio que provoca la rutina cuando uno se deja caer, las comparaciones, el deseo de "comprar", "adquirir" todo lo que se nos muestra en los medios, la insatisfacción... Hay un sinfín de factores que nos empujan al auto-engaño, que nos confunden, nos frustran y nos hacen querer alcanzar cimas demasiado alejadas lo más rápido posible, sin esperas, sin paciencia. Es cierto que es necesario imaginar, soñar, evadirse,renovarse (más por dentro que por fuera), proponerse y perseguir nuevos objetivos, es más, las ideas deben de convertirse en hechos, pero para "sobrevivir a esas caídas" la clave está en saber distinguir y actuar reconociendo los límites, las posibles dificultades, la imprevisibilidad con que la vida nos sorprende, las circunstancias particulares, el punto del que partimos, manteniendo la fortaleza interior que nos empuja a atrevernos, a arriesgarnos, con todo lo que ello implica: éxitos y fracasos, continuos, alternos, que nos ponen a prueba y nos recuerdan que los pies siempre tienen que volver a tierra firme..
El miedo es una excusa que utilizamos a veces para no arriesgarnos a dar un paso equivocado o a emitir una palabra equivocada... Sobreviene cuando estamos ante lo desconocido, lo que no podemos controlar ni predecir, ni sopesar, ni rectificar... ¿Qué pasa si las cosas no salen como esperábamos? ¡Bueno! Al fin y al cabo aprendemos, en ¡eso consiste la vida!, que siempre da segundas oportunidades si nosotros mismos nos lo permitimos. El miedo es una barrera para seguir avanzando... y cada situación, en cada intento, en cada decisión debemos transformarlo en un reto que, afrontado, nos permite superarnos y echar la vista atrás pensando que "todo tiempo pasado fue peor y que nos quiten lo bailao..
Para que un amor pasado no te lastime de por vida, consérvalo como un recuerdo hermoso, más nunca como una posibilidad, porque si lo haces nunca podrás ser feliz.
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Sin querer me tropecé e instantáneamente encontré la huella sin desprender, aunque quise de mi ser. Sin querer entre al mar para poderla abandonar pero más se me adjuntaba con el tiempo pasar. Sin querer comencé a buscar en lo profundo del mar la respuesta a la existencia de aquella fea realidad. Queriendo volví a entrar al mar pero esta vez sabiendo que la corriente no me lleva a la verdad.
